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sábado, 9 de junio de 2012

Eugenio Espejo, Monitor de Libertades Amerindias



Es, pues, principio de política, que el mejor método de establecer ventajosamente una sociedad, es acomodarse al humor general de los hombres, y sacar de él el mejor partido.
Espejo
América debe ser solamente para los americanos.
Espejo
En la fundación de la libertad, todos han de ser fundadores. Quiere decir que su encarnación se ha de realizar en el espíritu del pueblo. Es un verbo que ha de subir de lo hondo a lo alto. Si sólo florece en la conciencia de los egregios, resulta una planta efímera. Bella orquídea sin raíces.
E. J. Varona

Patriota sin tacha

"América debe ser solamente para los Americanos"; tal la divisa que hace la friolera de unos 180 años, Espejo estampó en su estandarte libertario en son de grito de combate.
Conspirador, Manumisor, Patriota y Mártir, hasta la sublimidad, son las cartas credenciales que el Indio-Médico presenta al Mundo Libre como individuo propulsor de un ideario demoliberal. La arquitectura doctrinaria que alentaba no podía ser mejor. Su nítida y fulgente voz emergía de las hondas entrañas de un pueblo, sediento a conducir, con propia mano, su adecuado destino.
Espejo, Caudillo de Libertades, rubricó con palabra bendita los prolegómenos de la emancipación política de la América Indígena.

Imagenes










Nuestra Nueva Casa






En el bloque 1 estarán ubicadas las aulas para los párvulos, oficinas, estación de enfermería, un ágora interna, comedor, sala de cómputo, baterías sanitarias y un área verde. Del bloque 2 al bloque 6, en cambio, son edificaciones de tres plantas destinadas para aulas, salas de profesores, salas administrativas y baños. El bloque 7 también tiene tres plantas. Allí funcionarán los laboratorios de computación, de inglés, de Ciencias Naturales. También la biblioteca, la biblioteca multimedia, las salas de reunión para profesores, y las oficinas psicopedagógicas. La intervención comprendió adicionalmente el arreglo de veredas exteriores y/o periféricas, acabados de garitas existentes, rectificación del cerramiento frontal, terminación de la vía periférica, reubicación de la vivienda del conserje y bodegas. El equipamiento tecnológico estuvo a cargo de la Dirección Metropolitana de Informática, en apoyo directo con la Secretaría Metropolitana de Educación.


Pensamiento


Los aportes dados por Espejo, en los distintos ámbitos contribuyeron al pensamiento social ecuatoriano; en el escenario de la medicina expuso sus conocimientos para prevenir la viruela y elaboró una reflexión histórica de las enfermedades contagiosas, realizó un cuadro exacto de las costumbres y condiciones sanitarias de Quito, dando una respuesta objetiva y científica a la causa de la enfermedad. Sin conocer los experimentos de Pasteur, halló la noción de la fermentación de las sustancias y las causas de los contagios. Llegó a las conclusiones que las condiciones sociales de explotación y de la mala distribución de la riqueza son propicios para el cultivo de enfermedades. El pensamiento de Espejo promovío la igualdad de todos los ciudadanos y la nacionalización de las propiedades eclesiásticas.
En noviembre de 1791 forma “la Sociedad Patriótica de Amigos del País de Quito”, compuesta por 25 miembros que se reunían semanalmente para discutir los problemas agrícola, educativo, político, social y analizar el desarrollo de las ciencias físicas y naturales. Sintiendo la necesidad de difundir los planteamientos independentistas, editó en 1792 el primer periódico publicado en la ciudad denominado "Primicias de la Cultura de Quito", órgano de esa sociedad y del que salieron siete números hasta el 29 de marzo de ese año.
Es considerado como uno de los primeros en afirmar la necesidad de una emancipación de España y en proclamar la individualidad del país y, en general, de toda América. Sus ideas inspiraron a los revolucionarios del 10 de agosto de 1809.
Eugenio Espejo, murió después de estar en la cárcel el 27 de diciembre de 1795 a los 48 años de edad y acusado de conspiración, se le inculpó que en las cruces de Quito amanecieron banderolas escarlatas con el lema que decía "Al amparo de la cruz, sed libres, conseguid la gloria y la felicidad".

Importancia de su obra


Eugenio Espejo fue ciertamente un hombre de la Ilustración. Asimiló las ideas que los pensadores modernos echaban a cir­cular desde Europa. Poseía una biblioteca apreciable. Se entusiasmaba con los nuevos libros. Y congregaba en su hogar pobre y so­litario a los jóvenes de Quito, para explicar y comentar la doctrina de aquellos. Se lo consi­deraba un verdadero filósofo (tal se despren­de de las palabras de José Mejía, una de las personalidades más cabales dentro de la ora­toria en lengua castellana, y en cierto modo discípulo de Espejo). Pero en su espíritu halla­ban lugar no únicamente las ideas de su tiem­po, sino también las de los clásicos. Estos ejercían sobre él mucho sugestión. Los citaba a cada paso. Y hasta prefirió la estructura de los diálogos a la manera de Luciano para ex­poner sus propias enseñanzas. Por eso se lla­mó a sí mismo "el nuevo Luciano de Quito", o "despertador de los ingenios", que es preci­samente el título de la primera obra que escri­bió. El propósito que entonces alentó y que persistió a lo largo de su carrera, fue el de hacer una crítica sin contemporizaciones al es­tado intelectual de la Colonia.
El caso de Espejo es de los más únicos de nuestra América: por su ancestro, por su condición social, por sus estudios, por su labor de investigación científica, por su labor en el periodismo. Por su crítica de la educación pública y de las instituciones españolas. Por su docencia esté­tica, por su nítida comprensión de la realidad americana, por su empeño revolucionario, mantenido con el sacrificio de la propia vida, y llevado hasta los países vecinos con ánimo ejemplar, Espejo fue "una de las figuras más descollantes de la Ilustración", y sus libros "la mejor exposición de la cultura colonial del si­glo XVIII".

Mediometraje de Eugenio Espejo




El film, realizado por estudiantes y alumnos de la Unidad Educativa Municipal Eugenio Espejo, destaca la labor del médico, periodista y científico que nació en 1747.

Participaron un profesor y 30 estudiantes. “El objetivo es elaborar recursos didácticos para fortalecer la identidad quiteña y enseñar historia de una forma divertida”.

Los actores fueron elegidos a través de un casting en el que los chicos realizaron pruebas de actuación y vocalización.

La empresa Triada Teens estuvo a cargo de la realización del mediometraje. El guión fue realizado por Fernando Arroyo, padre de familia de la institución. Natali Jaramillo, de 17 años, estudiante de segundo año de bachillerato interpretó a una profesora quien en sus clases resalta los aspectos más importantes de la vida de Eugenio Espejo.

Anaiz Castañeda estudia en el séptimo año de básica y representó a una estudiante mientras que José Jaramillo, del tercer año de bachillerato en Ciencias Sociales, hizo el papel de villano, un hombre malvado que en esa época estaba en contra de los ideales y pensamientos de Eugenio Espejo. En una parte del film, Espejo muestra la solución a la epidemia de la viruela.



HIMNO AL PLANTEL




I
Llamarada de la noche

Lucecita orgullosa
Que desgarra en jirones
Una sombra de oprobio
II
Te erguiste en la Colonia
Gritando al continente
Que en el reloj del tiempo
Sonaron horas libres
III
Tu vida fugaz campo
De una idealista empeño
Aún nos marca el camino
De esta generación
IV
Venimos a decirte
Claro varón Quiteño
Que con tu fuerza nueva
Retoña tu ilusión
¡ESPEJO!




Letra: Fernando Chávez
Música: Segundo Granja
Arreglo: Lcdo. Jaime Sánchez